Varias veces había pasado por afuera de este restaurant, queda
algunos kilómetros antes de llegar a Santa Cruz, en Cunaco.
La construcción ya llama la atención, usaron una vieja Panadería....
y lo mejor, es que mantuvieron bastante bien la estructura, logrando una decoración
muy acorde. Incluso todavía se ven los restos de los hornos.
Pasando a la comida, la carta, es de comida chilena, pero no muy
extensa, sin embargo la calidad es bastante buena. Pedí un Cordero con puré de
chuchoca. La carne estaba muy blanda, como estofada y la chuchoca, que era
primera vez que la comía así, deliciosa.
En los postres tenían gran variedad, extrañe algo con
chocolate o alguna torta de milhojas. Por lo mismo no pedí nada.
El café estaba muy bueno, un buen detalle la ollita en la cual lo servían.
El costo US$20 a US$30 pp.
Fueron bastante flexibles en cambiar algunos platos por petición
de algunos comensales, ese es un gran punto a favor.
Tienen también en la entrada una tienda con bastantes productos
interesantes, Mantequilla de campo fue mi elección. Te hacen descuento en
la tienda por haber comido en el restaurant.
Bastante recomendable!